Mar 24, 2024
Rompiendo fronteras: diseño revolucionario en las casas rurales de Paraguay
La arquitectura de Paraguay se transformó radicalmente en el último siglo. Durante gran parte de la historia del país, la cultura indígena guaraní fue la principal influencia en el entorno construido. Posteriormente, el colonialismo
La arquitectura de Paraguay se transformó radicalmente en el último siglo. Durante gran parte de la historia del país, la cultura indígena guaraní fue la principal influencia en el entorno construido. Posteriormente, el colonialismo daría forma a sus ciudades y asentamientos. Hoy, el país sin litoral ha comenzado a encontrar nuevas formas de aprovechar su pasado, mostrando cómo el diseño residencial puede romper con la tradición.
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Paraguay, que limita con Argentina, Bolivia y Brasil, permaneció relativamente subdesarrollado y sin grandes recursos minerales antes del siglo XVIII. Cuando los primeros arquitectos paraguayos profesionales comenzaron a crear nuevos diseños a principios del siglo XX, construyeron respetando la naturaleza e incorporando estilos Art Déco y modernos. Con el tiempo, comenzaron a construirse edificios de arquitectura brasileña en Paraguay y surgieron nuevos barrios residenciales urbanos.
Ahora, las raíces modernistas más profundas se han extendido al replanteamiento del diseño residencial en entornos rurales. Más allá de las catedrales construidas con ladrillos y los monumentos anteriores de estilo europeo, estas casas contemporáneas presentan ideas revolucionarias que miran hacia el futuro. Al hacerlo, establecen un nuevo tono sobre lo que se puede construir en Paraguay y cómo se puede moldear su propio estilo distintivo con la naturaleza.
El proyecto de Casa Las Mercedes fue intervenir una casa “salchicha” (tipología de vivienda paraguaya donde todos los espacios están interconectados y además vinculados a un espacio intermedio común que es la galería). Esta tipología permite espacios polivalentes, ampliando la diversidad de usos que se le puede dar a la construcción. La propuesta adopta esta interconectividad espacial y la potencia ampliando aperturas entre espacios y alturas, creando un espacio único prácticamente separado de la preexistencia.
Una construcción realizada mayoritariamente con recursos locales en un terreno de reforestación, en una esquina del suburbio de la ciudad de Obligado, con uno de sus lados sobre una calle vehicular y el otro sobre una calle proyectada que funciona como zona de paso peatonal junto a una laguna que refleja el paisaje, donde se ubica la casa como un contraste horizontal con los árboles verticales que desvanecen la luz del sol y revelan el viento que viene. Un muro de piedra basáltica, organiza 3 volúmenes principales, también sostiene la losa y divide los espacios principales y los de servicio, organiza y acoge las funciones.
The Hillside House está ubicada en San Bernardino, a 45 minutos de la ciudad de Asunción, y lo suficientemente cerca para disfrutar de su naturaleza. Por lo tanto, el acceso a la casa en la ladera se implanta en un plano de base inclinado con más del 30% de una vista incomparable al lago. La ladera se fortalece con la construcción de la casa como negativo de la topografía, modificando lo menos posible el terreno, suelo positivo – casa negativa, permitiendo hacer una casa en 3 niveles, nivel superior e inferior como íntimo de dormitorios; y el nivel intermedio contiene el área social, el espejo de agua como reflejo del paisaje.
Una pareja joven y el nacimiento de su primer hijo confiaron en el equipo para diseñar su hogar. Economía y practicidad son los conceptos básicos. Aquí la arquitectura está sujeta a las condiciones de sombra (35 grados centígrados en verano), al aprovechamiento del viento predominante (noreste) y a la protección de los crudos inviernos con vientos casi polares (sur). Estos elementos le dan al equipo las claves para repensar un mejor espacio para el desarrollo integral de los clientes.
La ciudad Mariano Roque Alonso, ubicada junto a Asunción, forma parte de la “Gran Asunción”, una continuidad urbana formada por varias ciudades de baja densidad. Estas ciudades han ido creciendo a lo largo de importantes carreteras dando como resultado manzanas que siguen su geometría. La “Vivienda Entre Árboles” está construida sobre un terreno de una hectárea de rica vegetación, donde se ubicaba una antigua estancia. El proyecto se implanta dentro de una zona de densa vegetación, con árboles que han desarrollado largos troncos en busca de luz. El objetivo es que los árboles existentes formen parte de los espacios integrales de la casa, utilizando una estructura de hormigón que permita generar llenos y vacíos en espacios interiores y exteriores.
El ejercicio parte del proceso experimental de uso y transformación de materiales disponibles y recuperados, como tierra, vidrio reciclado y madera de encofrado, configurándolos entre dos árboles existentes: el colado, que está afuera pero enmarcado, y el guavirá que se ubica en en medio del espacio para hacernos compañía. Los muros de tierra apisonada soportan el peso de la losa, que se apoya sobre 20 cm del muro, sin ningún anclaje ni amarre, aprovechando las cualidades estructurales del material. Los 10 cm restantes quedan en el exterior, para ocultar el forjado, delimitando el exterior únicamente con los muros. Todo el mobiliario y puertas son de las placas fenólicas que se utilizaron en el encofrado del forjado.
El proyecto se ubica en una zona semirrural, en el límite de Luque y Asunción, que forman parte de un conjunto de ciudades denominado Gran Asunción. Está cerca del parque Ñu Guazú (área verde de 25 ha.) y del aeropuerto. Está situado en territorios elevados lo que permite temperaturas frescas y más brisa de viento que en las zonas urbanas. Ambas casas pareadas se encuentran en un terreno de 12 mx 36 m, abriendo todos los espacios hacia la orientación este y oeste.
La estructura principal es una cubierta curva sin estructuras intermedias, donde los pilares internos se sustituyen por cables subterráneos. La cubierta se apoya en tres pilares de hormigón que prolongan la curva transmitiendo su peso al suelo. Además, funcionan como canalones a cada lado, llevando el agua a un aljibe, donde se reutiliza para el riego del terreno. Para el encofrado se utilizaron ladrillos coloniales, ya que aportan textura, mejoran la acústica y contribuyen al aislamiento térmico del volumen.
Un metal reciclado de bajo coste fue la solución para construir una casa que se pueda trasladar de un lugar a otro. El óxido define la materialidad y la textura que al mismo tiempo busca contrastar su dureza para hacerla más cálida, habitable y apropiada. Tres paralelepípedos, dos horizontales y uno vertical sobre una cinta de perfiles metálicos liberan el plano base. Agregamos cerramientos corredizos que integran o separan las áreas interior y exterior.
Eric Baldwin